EL PP Y EL IAE, O LA INCONGRUENCIA
10/11/2016 | Jose Antonio Suso
El PP se contradice. No es que nos sorprenda, sus incongruencias en la política no son flor de un día, pero la ciudadanía dejan de creer en los políticos cuando defienden hoy una cosa y mañana la contraria, en función de la responsabilidad que ostenten. El PP se presenta como la derecha seria, como un partido experimentado, de gobierno, pero en nuestro Territorio sus hechos demuestran que es un auténtico experto en la práctica del populismo y la demagogia. Y los populismos se reparten en ideologías muy diferentes, pero todos a la caza del más sencillo de los aplausos, de la soflama sin explicaciones. El populismo nos invade.
En el Ayuntamiento de Gasteiz, el equipo de Leticia Comerón, sustituta de Javier Maroto en su cargo de portavoz, ha enarbolado la bandera contra la subida del IAE, el impuesto que grava la actividad económica. El acuerdo entre el Gobierno Municipal, EH Bildu e Irabazi, establece para este impuesto una subida del 11,2%, pasando el coeficiente del 1,71 al 1,93, frente a una previsión inicial del equipo de gobierno de elevarlo al 1,88 (10%), y el PP ha salido en tromba para alertar de que esta subida asfixiará a los empresarios de la ciudad. Pero todos tenemos memoria, algunos muy selectiva parece, y nos acordamos de lo que pasó hace dos años, cuando estaba al frente del Consistorio Javier Maroto. Él fue quien agitó el avispero de comenzar a revisar el IAE con subidas desproporcionadas, y no le dolieron prendas al entonces alcalde para llegar a un pacto con EH Bildu y subir este impuesto un 41%. Una de dos: o desconocen las reglas más básicas de las matemáticas (aquello de mayor y menor) o, lo que es más probable, mienten, cambian de discurso y montan en cólera en función del sillón que ocupan.
Lógicamente, ese incremento le pareció al PNV desproporcionado en la cantidad, en la motivación y también en las formas, y trabajó para suavizar y redirigir por la senda del sentido común la inicial propuesta del PP. Ya en el Gobierno, el alcalde Gorka Urtaran trató de reducir la subida al 5% (en la línea con la subida de otros impuestos) pero no encontró apoyos, hasta que hace un año acordamos con PSE y PP y SEA mitigar la subida del 41% de Maroto y dejarlo en la línea del resto de tasas. Ahora, fruto de la negociación de impuestos y tasas con otros grupos políticos, esa subida se quedará próxima al 11,2%, incluso por debajo de otros impuestos y tasas que se han elevado hasta un 15%, pero francamente lejos de lo defendido por el PP, que ahora levanta de nuevo la voz, saca la artillería y carga contra nosotros.
Y esto no es todo, que también el PP, de la mano de EH Bildu, fue quien en 2013, en plena crisis económica, solicitó en Juntas Generales la extensión de este impuesto a las empresas que facturan más de un millón de euros cuando estaba en dos millones y que, gracias a la presión del PNV, retiro a última hora. Ahora, aunque gradualmente hasta el año 2019, y en la medida que la economía se normaliza, lo que ellos reclamaron se aprueba, y a pesar de todo, vuelven a protestar. Tienen el mérito de convertir sus tesis en antítesis.
La política es dinámica y a veces adquiere velocidad de vértigo, y la política es pacto y acuerdo. Por eso, en ocasiones se producen interferencias que no permiten cumplir totalmente lo previsto inicialmente (aunque se acerca mucho a ello), lo que no quiere decir que no se mantengan los mismos objetivos y el mismo discurso. Es lo que hacemos desde el PNV y desde las instituciones que gobernamos cuando defendemos una fiscalidad justa y progresiva en la que más aporta quien más tiene.
Creemos que todos, ciudadanos y también empresas, debemos hacer esfuerzos para garantizar el mantenimiento y la calidad de los servicios y creemos en la colaboración con el tejido empresarial del territorio para juntos, iniciativa pública y privada, trabajar por la reactivación de la economía y el empleo. Creemos, en definitiva, que todas y todos, ciudadanos e instituciones, debemos reconocer el trabajo del empresario como creador de riqueza y empleo, como creemos que la empresa debe colaborar en la medida de sus posibilidades, como todos, en mantener unos servicios públicos y una sociedad más justa y equilibrada. Por todo ello, parece un poco extemporánea, fuera de tono y también populista, la proclamación de SEA de romper relaciones con las instituciones, más cuando ni siquiera se les ocurrió tal desmán en la época en que Maroto aprobó un incremento desorbitado del impuesto. Solo cooperando sacaremos el País adelante y nunca con el desplante.
El populismo no puede habitar la política y el PP abusa del mismo, y el victimismo forzado tampoco es de recibo en una sociedad democrática que tiene a honra basarse en el diálogo y los acuerdos.