CONGRESOS DE (ENTRE) DIENTES

16/02/2017 | Jose Antonio Suso

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CONGRESOS DE (ENTRE) DIENTES

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“Este pasado fin de semana Podemos y el PP han celebrado sus congresos. Pero, ni la victoria de Iglesias ha sido tal victoria ni el recorrido de Rajoy por el paseo de la fama nos hace olvidar que estamos ante un presidente que rentabiliza los fracasos de los demás”

“Pablo Iglesias sabe que con su victoria no se ha sellado la división interna de su formación, aunque tenga a su disposición un control absoluto con el que condicionar la estrategia futura de Podemos en sus relaciones con el PSOE. Veremos cómo repercuten esos resultados en Euskadi”

“Mariano Rajoy volvía a imponer a Cospedal como número dos del partido, agradecía a Rita Barberá los servicios prestados y recordaba el buen hacer de su antecesor Aznar. El presidente del PP de Alava, Iñaki Oyarzabal, anunciaba su salida de la dirección nacional como víctima colateral”

Cuando alguien está metido de agua hasta el cuello, o tiene un problema que atufa y lo quiere disimular, indefectiblemente, y ante los medios de comunicación que los quieren inmortalizar con el gesto apesadumbrado que muestra culpabilidad, siempre tienden a forzar su mejor sonrisa y mostrar los dientes. Es el gesto de disimular.

El pasado fin de semana dos formaciones políticas con representación en Euskadi, Podemos y el Partido Popular, han celebrado sus congresos. Casualidad el mismo día, y casualidad, ambos en Madrid. Los primeros en Vistalegre, los segundos en la Caja Mágica. De ser ésta una columna humorística, hubiera dado para hacer algún que otro chiste pero el tema no está para bromas.

Han sido los congresos de enseñar dientes. Los dientes que mostraba Iñigo Errejón en un ficticio abrazo con Pablo Iglesias ante un aforo que reclamaba unidad, pero que aguarda una más que cantada purga encubierta dentro de la formación morada, ahora con abrumadora mayoría “pablista”. También los dientes de un Pablo Iglesias sabedor de que con su victoria no se ha sellado la división interna de su formación, aunque tenga a su disposición un control absoluto para condicionar la estrategia futura de Podemos en lo referido a congelar relaciones con el PSOE para lo que resta de legislatura, y para deleite del PP. También enseñan los dientes las gentes de Podemos Euskadi que fueron a Madrid “Errejonistas”, y vuelven mediopensionistas.

En la Caja Mágica se repitió lo del congreso de dientes. Los dientes de un sector del PP al ver que Mariano Rajoy volvía a imponer a Cospedal como nº2 del partido, los dientes de muchos asistentes cuando Rajoy agradecía los” servicios prestados” a la difunta Rita Barberá, los dientes del propio Mariano Rajoy cuando recordaba el “buen-hacer” de su antecesor Aznar, y los dientes del presidente de los populares en Alava, Iñaki Oyarzabal, al anunciar su sorpresiva salida de la dirección nacional como víctima colateral de esa moción que pretendía evitar una excesiva acumulación de cargos, al menos los de Cospedal.

En resumidas cuentas, ni la victoria de Iglesias ha sido tal victoria, que ha sido la fotografía de una división, ni el recorrido de Rajoy por su particular paseo de la fama puede hacer olvidar que estamos hablando de un presidente que, teniendo la habilidad, o mejor la paciencia, de rentabilizar los fracasos de los demás para convertirlos en éxitos propios, mantiene en su partido grandes dosis de desengaño.

En definitiva, congresos de enseñar dientes para disimular frustración o culpabilidad. Son dientes de ocultar la realidad.