Esta semana nos comunicaba el alcalde Urtaran las mejoras que se aplicarán al trazado de la nueva línea del tranvía en Adurza. Recogen el sentir de parte del vecindario del barrio gasteiztarra, preocupado por la repercusión de la implantación del tranvía en esa zona de la ciudad. Supondrán ampliar los metros de zona verde y aceras así como incrementar el número de aparcamientos con respecto al proyecto inicial. Supone, en definitiva, mejorar para avanzar en la implantación de una infraestructura incluida en el Plan de Movilidad Sostenible de la ciudad, que todas las fuerzas políticas municipales, representadas en el ayuntamiento gasteiztarra, aprobaron por unanimidad.

Tres son las correcciones de calado previstas para este proyecto impulsado y cofinanciado, en clave de coordinación interinstitucional, por el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Alava y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Primera, la supresión de la parada de Las Trianas que exigirá el ensanchamiento del puente en 3,5 metros frente a los 14 previstos. Segunda, la supresión del vial verde del tranvía entre los números 2 y 8 de la calle Castro Urdiales que permitirá mantener el arbolado en las aceras. Tercera, una vía única para la circulación del tranvía en ambas direcciones entre el nº 8 de Nieves Cano y Domingo Martinez de Aragón.

Con estas mejoras se atienden las demandas de aquellos vecinos y aquellas vecinas abiertas al diálogo, que descartan anclarse en el NO y que evitan amenazar con acciones “contundentes”. Vecinos y vecinas que priman el interés general. Porque con este proyecto ganamos todos, ganamos al poner las bases para mejorar la conexión norte-sur de la ciudad y ganamos en términos de intermodalidad en la que se conjuga el triunvirato del transporte público: autobús-tranvía-tren.

Es evidente que los vitorianos somos reacios a los cambios. Pero estoy convencido de las bondades de este proyecto de ampliación de tranvía. Aporta a la ciudad y lo hace en clave positiva. Una vez concluidos los 20 meses en los que está calculada la ejecución de la obra  y puesto en marcha el servicio se constarán las virtualidades del proyecto. De la misma manera que ocurrió con otros como las rampas mecánicas del casco medieval o la planta de recogida neumática de residuos. Proyectos que recibieron una fuerte contestación, en algunos casos boicot, pero que, una vez puestos en funcionamiento, se ha comprobado que son buenos para la ciudad.

En este viaje no podemos dejar de perder oportunidades. La ampliación del tranvía a Adurza, sumado a otros proyectos que se pueden desarrollar en un futuro dentro del ámbito de la movilidad urbana, acarreará un cambio en la mentalidad de los y las gasteiztarras. La ciudad se está reinventando en términos de movilidad para que los desplazamientos urbanos, interurbanos, interterritoriales e internacionales mejoren sustancialmente sus condiciones.