SOSTENELLA Y NO ENMEDALLA
20/09/2018 | Jose Antonio Suso
Han hecho falta 7 años de gobierno de Mariano Rajoy para que “vuelva el hombre”. Obligado a comparecer en la comisión de investigación por la financiación ilegal del PP, Aznar reaparece en público mostrando su lado más prepotente y altanero en un acto que podría titular como “mucho ruido y pocas nueces”, salvo por su soterrada amenaza de abandonar las bambalinas para regresar a la actividad política a cara descubierta.
El soporte moral del PP ha vuelto. Lo ha hecho con una puesta en escena medida para significar lo que ya sabíamos tras el proceso interno de elección de la cúpula de los populares de la madrileña calle Génova. Demostrando que es el “jefe del clan”, Aznar fue el primero en traspasar el umbral de la puerta de la sala de comisiones seguido por una cohorte pretoriana, entre los que se podía distinguir a su delfín Casado.
Cuatro horas y quince minutos para poner el ventilador en marcha y realizar un particular ajuste de cuentas, cocido a fuego lento. El mismo tiempo para negarlo todo, incluida la financiación ilegal probada judicialmente en la sentencia Gürtel, agujero negro cuyo epicentro se ubica en los gobiernos que el mismo Aznar presidió. Una sentencia que propició la moción de censura que descabalgó de La Moncloa al Partido Popular. Negó conocer o contratar al cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, el mismo que firmó como testigo el acta matrimonial de su hija. Negó el envío de las tropas a Irak obviando la repatriación de los 11 féretros de soldados españoles muertos en la contienda. Suma y sigue. En resumen, palabras que carecen de la legitimidad para quienes tienen mínima memoria o se prestan a consultar cualquier hemeroteca sin demasiada profundidad.
Bajo la espuma suele estar la cerveza. En este caso, las formas y el fondo nos mostraron a un Aznar en estado puro. Un Aznar con lenguaje duro y destructivo que “vende” mensaje único: lo que no es PP, no vale. Regurgita el mensaje frentista de siempre: o conmigo o contra mí. En definitiva, la vuelta a las trincheras.
Hoy tenemos un PP que se dice “renovado” pero pretende un “regreso al pasado” emulando al PP de los tiempos de Aznar. Su líder bebe de esas fuentes. Un PP que compite con Ciudadanos por un mismo espacio. Son dos fuerzas que se retroalimentan.
Ayer Aznar nos enseñó que España tiene tres frentes contra los que luchar: los populistas, los separatistas/golpistas y los terroristas. Aviso a navegantes. Todos, menos ellos, tenemos, de una manera y otra, encaje en esa tríada demoníaca.