La semana pasada nos sumábamos a la celebración de la Semana de Movilidad Sostenible. 19 años consecutivos realizando una llamada de atención a todas las personas que residimos en Vitoria-Gasteiz sobre la necesidad de promover modos de desplazamiento más sostenibles.

El calendario marcaba también el décimo aniversario del primer Plan de Movilidad y Espacio Público aprobado por el Ayuntamiento; hoy, en fase de revisión con un doble objetivo: hacer balance de lo realizado y plantear nuevas fases para su desarrollo de cara al futuro.

Durante esta década cabe resaltar el esfuerzo institucional realizado para que nuestra Green Capital haga honor a su nombre. La reestructuración y potenciación de la red de autobuses urbanos (incluida la renovación de la flota con vehículos de consumo híbrido) en coordinación con el tranvía, la canalización del tráfico de los vehículos privados y la ampliación de zonas peatonales, la liberalización para el uso ciudadano de una parte del espacio destinado al tráfico compensado con respuestas a la problemática del aparcamiento de vehículos y el fomento de la movilidad ciclista son el “santo y seña” de las actuaciones llevadas a cabo para mantener la capital vasca y su entorno como uno de los mejores espacios para vivir.

En concreto, las medidas adoptadas para el fomento de la movilidad en bicicleta han supuesto un incremento progresivo de su uso. Contamos con más de 160 kilómetros de bidegorris que se extenderán, en breve, en otros 2 en el barrio de Zaramaga. Es difícil cuantificar el parque móvil ciclista pero se cifra en cerca de 9.000 el número de bicicletas censadas. El 15% de los desplazamientos que se realizan en la ciudad se hacen sobre dos ruedas habiéndose incrementado porcentualmente durante estos diez últimos años, junto a los desplazamientos a pie o en transporte público, mientras que se han visto reducidos aquellos que implican la utilización del vehículo particular.

El modelo tiene aceptación. En Vitoria-Gasteiz hemos aprendido, a velocidad record, que las bicicletas no son sólo para el verano. Nos hemos colocando a la cabeza del uso del vehículo de dos ruedas a nivel de la Comunidad Autónoma. A excepción de países como Holanda o Dinamarca, los índices de uso indican que estamos por encima de determinados países europeos a los que admirábamos por su concienciación en  materia de sostenibilidad y que nos llevaban varios años de ventaja. En retrospectiva, aún me recuerdo como el primer diputado que aparcaba su bicicleta en la trasera del palacio foral hace casi 15 años. La empleaba para desplazarme a mi casa diariamente. Éramos pocos los que utilizábamos la bici por Gasteiz circulando por las aceras o zonas peatonales ya que los carriles bicis no habían llegado todavía.

No soy autocomplaciente. Hemos avanzado mucho y todavía hay margen de mejora en materia de seguridad, incremento de los espacios destinados aparcabicis y, sobre todo, en materia de convivencia de las diferentes formas de moverse por la ciudad de manera sostenible.