En el calendario de 2018 hay tres círculos rojos para señalar la coincidencia del “martes y 13” en los meses de febrero, marzo y noviembre. Esta semana figura uno de esos círculos rojos en la agenda de las personas supersticiosas que recomiendan ni casarse ni embarcarse en martes y 13. Nada advierten sobre la presentación ese mismo día del proyecto de presupuestos forales 2019.

Este martes Diputación Foral de Alava presentaba sus cuentas para el próximo ejercicio. Días atrás también lo hacían el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Los tres proyectos presupuestarios cuentan con un común denominador: ser el mejor de todos los presentados durante esta legislatura.

Sin ánimo de enardecimientos, diría que pueden ser los mejores de toda la historia. No lo digo a humo de paja. Tres datos. El primero,  las cifras destinadas a inversiones que recuperan posiciones que nos retrotraen al año 2011. El segundo, las cifras destinadas a políticas sociales, aumentan la capacidad de gasto, para que todos compartamos los mejores índices de calidad de vida de  todo el Estado, sin que nadie se quede atrás. De ambos se traduce una verdadera apuesta de futuro por una Araba en crecimiento que busca atender las necesidades de todas y todos los alaveses independientemente del lugar donde vivan. Y tercero, para pagar todo esto no se recurrirá a incrementar la deuda. Al contrario, estamos en un continuado proceso amortizador. Durante esta legislatura, la gestión del ejecutivo González ha conseguido reducir la deuda viva foral en 47,8 millones de euros. Mientras que el alcalde Urtaran ha hecho lo propio con el agujero económico que heredó del gobierno del PP pasando de los 68 millones de euros en 2015 a 17 en el próximo ejercicio, además de rebajar la deuda. Dos ejemplos de una gestión rigurosa.

La fragmentación política en el Territorio es evidente. No es nueva. Tampoco exclusiva de esta legislatura. Se necesita la suma de diferentes formaciones políticas para llegar a la mayoría en ambas instituciones. Y en este contexto de fragmentación, que viene de lejos y se mantendrá en el tiempo, la oposición vuelve a reproducir posturas que le alejan mucho de una responsabilidad política exigible. Y de nuevo, EHBildu y PP se dan la mano. PP y EHBildu reiteran discursos. Pasma que compartan el mismo contenido en los mensajes. Impresiona que uno ponga piedras en el camino y el otro coloque palos en las ruedas. Sobrecoge que se anclen en terreno electoral, pensando en mayo de 2019, olvidando el interés común, el interés de la sociedad gasteiztarra y alavesa.

El Partido Nacionalista Vasco ha demostrado y demuestra cada día su compromiso social y responsabilidad. Desde siempre y con ejemplos palpables de nuestra actitud; hoy día, en aquellas instituciones que no tenemos la responsabilidad de gobierno, donde acordamos día a día,  y también, como lo hicimos en situación de oposición en pasadas legislaturas, prestando nuestro apoyo para dotar a las instituciones alavesas de esa herramienta, los presupuestos. No son vitales, son facilitadores. Vitoria-Gasteiz y Araba se mantendrán en la senda del crecimiento con presupuestos o con prórroga. Pero hasta el último momento trabajaremos sin descanso, con propuestas,  para conseguir la suma que permita aprobar los mejores presupuestos de la legislatura.