POLITICA DE LABORATORIO
23/05/2019 | Jose Antonio Suso
Muchos han debido de pensar que la mejor forma de ganarse la confianza del electorado y de conectar con él es reducir todo a una imagen y una fachada que poco o nada tienen que ver con la realidad. Una imagen falsa construida para atraer a los y las votantes de aquellas formaciones que tras muchas décadas de gestión han logrado el aval de la ciudadanía. Pero para que la gente te vote tienes que ser creíble y, hoy por hoy, los productos de laboratorio que nacen al albur de las circunstancias del momento no lo son. No nos dejemos engañar.
EHBildu es la misma izquierda abertzale de siempre disfrazada de moderación, centralidad y aires renovados. Un disfraz del que quedaban pocas tallas y que ahora sus portavoces y candidatos pasean por todos los rincones de Euskadi. Pero descuiden: cuando termine el carnaval ese disfraz se guardará en el baúl hasta la próxima contienda y volveremos a los tonos broncos, soberbios y autoritarios a los que la izquierda independentista nos tiene acostumbrados. Su uniforme de diario.
¿Se han creído que la ciudadanía es tan ingenua como para pensar que de la noche a la mañana uno pasa de ser rupturista a dialogante y facilitador de acuerdos? Al PNV su marca de buena gestión, responsabilidad y estabilidad le ha costado más de 100 años de historia como para que ahora vengan a decirnos de un día para otro que son nuestra alternativa y relevo.
Estoy seguro de que el domingo 26 la sociedad arabarra y gasteiztarra sabrá diferenciar la copia del original. Sabrá discernir quiénes son los candidatos que saben tender puentes y quién sólo sabe romperlos.
Gorka Urtaran y Ramiro Gonzalez apuestan por el futuro y sus hechos, que no palabras, demuestran que saben gobernar para todos y todas. Encarnan los valores de los hombres y mujeres de EAJ-PNV que llevan décadas levantando este país y demostrando su vocación de servicio público.
Ya sabemos muy bien lo que EHBildu nos dejó cuando tuvo responsabilidades de gobierno en Gipuzkoa y Donostia. Un territorio crispado, con proyectos paralizados y con una honda crisis económica para la que la izquierda abertzale no tuvo solución. Yo no quiero para Araba y Gasteiz esa incapacidad de gestionar que ya hemos visto.
Habrán oído decir estos días a nuestros representantes que sólo hay dos alterativas en esta batalla electoral que se promete reñida en la capital alavesa: el modelo que representa Gorka Urtaran y el de Miren Larrion. El pacto, la colaboración, la gestión eficiente y la experiencia frente a la imposición, la inestabilidad y el retroceso.
Pero que nadie piense que EAJ-PNV se va a relajar. Tenemos horas por delante para seguir explicando barrio a barrio, pueblo a pueblo que somos de fiar. Que cumplimos lo que decimos y que estamos preparados para seguir liderando las instituciones de nuestro territorio y dar respuesta a los retos de futuro.
El 26M nos jugamos mucho y, por eso, es determinante que se vote. Cada voto es importante y el voto a EAJ-PNV es un voto por el futuro, un voto para seguir progresando y mejorando.
La sociedad ya habló el pasado 28 de abril y nos dijo alto y claro que aquí el insulto, la mentira y la demagogia no tenían lugar. Creo que no todos han hecho la lectura correcta de estos resultados.