NO HAGO HUELGA
30/01/2020 | Jose Antonio Suso
Irresponsable, inoportuna e incomprensible.
Tres adjetivos, entre otros muchos, que pueden calificar la convocatoria de huelga general para el día de hoy en Euskadi.
Una huelga política para cerrar el primer mes de un año electoral. Objetivo: Gobierno Vasco. Desde el minuto cero la convocatoria vino acompañada por la división del movimiento sindical y la fractura del movimiento de pensionistas que viene manifestándose lunes tras lunes desde hace más de un año. Es una huelga parcial.
Doblemente parcial. El Gobierno Vasco no es competente para resolver la mayor parte de las reivindicaciones que se colocan sobre la mesa. De serlo, lo sería el recién constituido gobierno de coalición español al que parece que las entidades convocantes no otorgan ni un gramo de confianza.
Sitúan en el lado de las pensiones el primer motivo y razón de la convocatoria de huelga. Una competencia que el Gobierno español maneja en exclusiva, con un futuro sujeto a los acuerdos que los grupos parlamentarios con representación en el Congreso de los Diputados adopten en el marco del Pacto de Toledo. Ni es la primera vez ni será la última que el Gobierno vasco ha reclamado la transferencia para poder gestionar en cercanía el régimen económico de la Seguridad Social.
Segunda reivindicación: las condiciones laborales de los y las trabajadoras. La legislación laboral básica emana también del Congreso de los Diputados y la pone en práctica el Gobierno español. La posición de EAJ-PNV respecto a la última reforma laboral aplicada por el gobierno popular de Mariano Rajoy fue de claro rechazo.
Tercera reivindicación: la vivienda. Euskadi es pionera. De nuestro entorno la Comunidad Autónoma vasca es de las pocas que tiene recogido el derecho subjetivo a la vivienda porque así se aprobó en el Parlamento Vasco.
Cuarta reclamación: la dependencia. Sobre una base que se aprueba en el Congreso de los Diputados, el Gobierno Vasco viene asumiendo su compromiso con las personas que se encuentran en mayor situación de necesidad. También en eso somos pioneros.
Quinto motivo: solicitud de un marco propio de relaciones laborales. No es la primera vez que el Gobierno Vasco, por boca del Lehendakari Urkullu, ha explicitado las bondades de un marco propio. Cierto es que los sindicatos convocantes no tienen en su caja de herramientas elementos propios de los que disponemos en esta materia como son la Mesa de Diálogo Social, Consejo de Relaciones Laborales, Consejo Económico y Social o el Consejo de Administración de Lanbide. Rechazan asistir y contribuir en esos foros.
Alguno de esos sindicatos reconoce abiertamente que la huelga es política. Ninguno ha tomado en serio la solicitud de reflexión crítica realizada por el Lehendakari Urkullu. Mañana será día para definir los porcentajes de participación en una huelga que se presenta como una medida desproporcionada que sólo generará perjuicio al País, perjuicio económico y perjuicio social. Y espero que sin daños materiales en infraestructuras públicas, que debemos pagar entre todos, como los actos vandálicos que jóvenes de la izquierda abertzale han provocado estos días en las oficinas de Lanbide de Santurtzi, Salburua y Lasarte-Oria, que sólo pretenden, dañar bienes públicos, destinados a solventar en parte los problemas que reclaman en la huelga. Apoyo y solidaridad para el guarda de seguridad que enviaron al hospital.