CARNAPPAL
20/02/2020 | Jose Antonio Suso
Hoy, Jueves de Lardero. Una jornada que marca el inicio del carnaval. En la zona rural con raíces más profundas en el terreno de lo mitológico y ancestral. De joven salíamos a cantar por las calles de Maeztu y terminábamos celebrándolo con la cena de las viandas que nos habían dado en cada casa. Un día marcado en el calendario para nosotros entonces. Jueves de Lardero es un importante día de celebración para todas aquellas personas que viven con intensidad el homenaje anual a Don Carnal.
En el mundo político el Partido Popular vive su particular carnaval. Es el carnaPPal.
Veíamos a principios de semana el larguísimo apretón de manos que Sánchez y Casado mantenían en la escalinata de acceso a La Moncloa en lo que era el primer “desencuentro” (perdón, encuentro) oficial propiciado por el presidente del PP tras la investidura de Sánchez. Pura puesta en escena. Tras hora y media de reunión, constatación de que la mano tendida era de mentirijillas. Y que, a riesgo de poner en cuestión la imagen de un partido de Estado y de gobierno, la dirección del PP sigue anclada en su estrategia de bloqueo. Imaginé a Pablo Casado ataviado con un disfraz de ancla. Ni siquiera sentir en la nuca el calor del aliento de una ultraderecha antisistema crecida le hace abandonar posturas inmovilistas. El mensaje del PP es claro. El mismo de siempre. O se asumen sus políticas o encauzar unos acuerdos más que necesarios para la sociedad se convierte en perenne desiderátum.
Aquí al presidente de los populares vascos le hubiera gustado disfrazarse de cualquier otra cosa pero desde la madrileña calle Génova le enviaron, sin posibilidad de retorno, uno con forma de interrogación. La misma forma que le ha hecho mantenerse en vilo durante unos cuantos días hasta que recibió el plácet de Casado desde Madrid a su candidatura en las próximas elecciones al Parlamento Vasco del 5 de abril.
Los y las populares alavesas de Juntas Generales se han enfundado el disfraz de racimo de uva para ir a Bruselas y explicar a los suyos, al Partido Popular europeo, la situación del sector. ¿Viaje o pose electoral?
La portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz mantiene puesto desde años atrás el disfraz de mujer invisible. Fiel a Javier Maroto en el reino de Alfonso Alonso, está desaparecida. Eso sí resurge al calor de cada campaña electoral con ese discurso rancio y salido de tono que caracteriza cada vez más a su partido.
De haberse puesto todas las personas citadas de acuerdo podrían haber encargado a cualquier plataforma logística el envío de un buen número de disfraces iguales para organizar una comparsa. La comparsa del 0. Cero acuerdos. Cero colaboraciones. Cero aportaciones. Cero ejercicio de una política constructiva. Cero servicio a la sociedad.
Las urnas pondrán a cada uno en su sitio. Unidos a Ciudadanos o sin ellos, con sus siglas o las disfrazadas de País Vasco +, no podrán engatusar a la ciudadanía alavesa que sabe distinguir quien trabaja para solucionar sus problemas y quien para poner palos en la rueda.