CORAZÓN Y RAZÓN
18/02/2021 | Jose Antonio Suso
No consigo quitarme de encima el nudo que me dejó en el estómago la llamada telefónica el miércoles de la pasada semana en la que me comunicaban que la situación de Xabier Agirre era irreversible como así finalmente sucedió la tarde del sábado.
Han sido días de luto para la familia jeltzale. Días en los que, de manera privada o pública, hemos expresado el sentimiento de pérdida que nos ha producido el temprano “agur” de Xabier y hemos rememorado la trayectoria de un político encadenado voluntariamente al compromiso con su país, con su ideología y con su partido.
Palabras llenas de profundo sentimiento que sirven para acompañar el recorrido vital de “un abertzale de corazón y de razón” que “mamó su compromiso con la causa nacionalista en la clandestinidad, en aquellos años duros de la represión tardofranquista. Abertzale todoterreno, un aurreskulari de la política”. Así lo expresaba el puño y la letra del presidente del EBB, Andoni Ortuzar.
En palabras del lehendakari Iñigo Urkullu: “siempre ha mostrado cercanía y compromiso en la defensa de la cultura, la identidad y los derechos históricos de Álava y del País Vasco, con una amplia sonrisa. Un hombre completo, humano, comprometido y cercano”.
Desde la representación institucional alavesa, el diputado general Ramiro González quiso destacar ·los profundos principios éticos que han marcado su trayectoria y que fueron guía a la hora de gobernar Álava” mientras que el alcalde de Vitoria-Gasteiz Gorka Urtaran recordaba que sus “primeros pasos en política los dí con Xabier. Alavés y abertzale entusiasta. Una buena persona”.
Compartieron muchas horas y el “gusanillo” del servicio público a través de la política. La primera teniente de diputado general, Pilar García de Salazar, destacó el trabajo que, tras la escisión, lideró “para asentar el Partido en todos y cada uno de los municipios de Araba. Y nosotros y nosotras, con él. A base de dedicación, compromiso y generosidad se ganó la ´autoritas´” terminaba la dirigente jeltzale.
Han tenido palabras para Xabier referentes institucionales alavesas entre otras la consejera Beatriz Artolazabal que le recordaba como “una persona íntegra, con valores firmes, que nunca se arrugó” o la portavoz en el Senado Estefanía Beltrán de Heredia para recordar la ligazón que Xabier tenía con la ermita de Santa Teodosia y su entorno en el municipio de Harana.
Hermanado con él en la responsabilidad de presidir el Araba Buru Batzar, le responsabilizo junto a otros de la reconstrucción, ladrillo a ladrillo, de ese sólido edificio que hoy es la organización del Partido Nacionalista Vasco en Álava.
Le conocí en la década de los 80 cuando él era un joven y experimentado presidente del ABB y yo un recién llegado a la gestión pública en la alcaldía de Arraia-Maeztu. Enseguida me mostró su habilidad innata para combinar la tenacidad y la rigurosidad en el trabajo con la cercanía con la gente de a pie. La honradez y la coherencia con las ideas propias es la herencia que nos ha dejado a la familia jeltzale alavesa.
En la misma clave se han expresado durante estos días responsables de formaciones políticas alejadas de nuestro ser ideológico de un extremo a otro o responsables de entidades arraigadas en el territorio con otros ámbitos de trabajo cuando me han hecho llegar sus condolencias. Coinciden en destacar la calidad humana de Xabier Agirre. Un hombre que supo escuchar y dialogar sabiendo que en la búsqueda del consenso reside la esencia de la política entendida como compromiso de país.