POR EL BUEN CAMINO
29/06/2017 | Jose Antonio Suso
La hacienda alavesa, que para lo bueno y para lo malo somos todos y todas, ha conseguido reducir su deuda colocándola en índices similares a los fijados hace 10 años, fecha en la que la crisis económica empezaba a dar sus primeros coletazos.
Este martes el diputado general de Alava, Ramiro González, nos hacía conocedores a los alaveses y a las alavesas de las cuentas de las arcas forales del año pasado. Nos confirmaba que el ejercicio 2016 arrojaba un superávit en la tesorería tanto de la Diputación como de los organismos autónomos, sociedades públicas y fundaciones dependientes de la institución foral entre las que se encuentran el Instituto Foral de Bienestar Social, Alava Agencia de Desarrollo, Bomberos de Alava y las fundaciones Catedral Santa María, Artium o Valle Salado, por citar algunas.
Unos datos que inyectan una buena dosis de optimismo al constatar que la deuda de la hacienda alavesa no sólo deja de crecer sino que disminuye por primera vez, repito por primera vez, desde 2007 a pesar de las iniciales previsiones. Previsiones que, al inicio del ejercicio, marcaban la necesidad de incrementar nuevamente la deuda en 6 millones de euros. Algo que finalmente no ha llegado a cumplirse. El ejecutivo González consigue, de esta manera, superar también con nota las normas de estabilidad presupuestaria.
Excelente noticia que, unida a la subida del 2,9% del PIB durante el primer trimestre de este mismo año, hacen pensar que las moderadas previsiones de mejoría de la economía alavesa son más que creíbles permitiendo que el rostro del territorio esboce una sonrisa. Datos que nos llevan pensar en clave de crecimiento económico y generación de empleo, que es la mayor preocupación de la sociedad alavesa.
Excelente noticia, ya lo decía, y excelente trabajo el desarrollado por el equipo de Diputación, artífice, a la postre, de la merma en la deuda que contribuirá, como grano en el granero, a que la institución foral disponga de ingresos suficientes para mantener y mejorar unos servicios públicos de calidad.
Vamos por el buen camino.