21 de septiembre. Víspera del comienzo del otoño. Ya desde el mes de julio se aventuraba que el otoño de 2017 iba a ser un otoño caliente. ¡Y tanto!

El Pleno de Política General que durante dos días ocupará la actividad en el Parlamento Vasco ha supuesto el pistoletazo de salida del curso político. Un nuevo curso que ha estado marcado por los graves acontecimientos que se produjeron ayer en Cataluña.

El lehendakari Urkullu, que ha mantenido una posición de prudencia y de respeto con las instituciones catalanas y ha defendido el diálogo y la negociación política como mecanismos que engrasen una solución al conflicto abierto,  daba en la clave esta mañana al reclamar “gestos sencillos” que impidan una definitiva e irreparable fractura social.

Diálogo frente a inmovilismo. Apostillo, inmovilismo político porque movimiento haber ha habido, pero del malo. De nada sirve para la resolución de esta situación que las únicas actuaciones dictadas por el gobierno Rajoy se hayan dirigido como una maza contra el autogobierno catalán y, por tanto, contra toda la sociedad catalana sea cual sea su posición de voto. Eso sí, escudándose, como mantra, en la defensa de la legalidad vigente e incluso aportando esa dosis de sainete, tan típico español como improcedente a tenor del cariz que están tomando las cosas. Véase el nombre dado a la irrupción policial en la Generalitat en el día de ayer, “operación Anubis” (el dios egipcio de la muerte) o el pretendido arribo de un barco-crucero en el puerto de Barcelona que sirva de albergue a las fuerzas de seguridad de Estado que salvaguarden a los y las catalanas de las decisiones adoptadas por el Parlamento que en su día eligieron en las urnas.

Diálogo y negociación. Esos son los “gestos sencillos” que reclamaba el lehendakari Urkullu en un pleno en el que ha repasado los ejes básicos de su programa de gobierno: desarrollo humano e integración social, empleo y reactivación económica, convivencia y derechos humanos y, por último, más y  mejor autogobierno.

Ejes que comparten las instituciones alavesas en su ámbito de actuación. Especialmente aquellos referidos al fomento del empleo y la reactivación económica. Sobre la mesa de estos últimos días dos buenas noticias: el incremento de los índices recaudación de la hacienda foral alavesa que augura buenas expectativas económicas para el futuro de nuestro Territorio y la inauguración en Foronda del centro de distribución más moderno del sur de Europa que dará empleo directo a 200 personas.

Dos buenas noticias para el arranque de un nuevo curso político en un otoño que, ya a principios de verano, se calificó como “caliente”.