DESCARRILAR EL TRANVIA, DESCARRILAR VITORIA GASTEIZ
26/10/2017 | Jose Antonio Suso
La ampliación de la línea del tranvía hasta la zona universitaria no va a formar parte de ese grupo de proyectos de ciudad que en su día se pusieron sobre la mesa y acabaron en el archivador de la “I”. De la “I” de planes Inconclusos. No si es fruto de los vaivenes de partidos políticos, como EHBildu o como el PP, que ora prestan apoyo a la iniciativa, ora la zancadillean en alegre comandita. Invocan a la consulta ciudadana pero sus actuaciones desprenden un tufo a torpedeo, no tanto del proyecto en sí como de la propia figura del alcalde Urtaran. Huele y es interés electoral.
No estoy hablando de acallar la palabra de los y las gasteiztarras. Ha sido bajo el mandato del alcalde Urtaran cuando se han aprobado el primer Reglamento Orgánico de Consultas Ciudadanas y el primer Reglamento de Consultas Ciudadanas de Vitoria-Gasteiz. Reclamar una consulta ciudadana, que requiere un largo periodo de tiempo para su plasmación, para una obra que tiene previsto su inicio en unos días sólo puede calificarse, por ser benévolo, de ilógico e incoherente a la par que irresponsable.
EHBildu y PP se unen en una cuestión de oportunismo y de inoportunidad. El nuevo ramal que extiende el servicio del tranvía hasta la zona universitaria forma parte de Plan de Movilidad Sostenible de Vitoria-Gasteiz. Eso lo sabíamos todos, lo compartíamos mayoritariamente y algunos lo defendían vehementemente cuando gobernaban. Los pasos para la ejecución del proyecto se han ido cumpliendo, periodo de información y consultas incluido, hasta el punto de estar ya la obra licitada a la UTE que se encargará de materializarla. Eso lo sabíamos todos y que la empresa contempla el inicio inminente de la obra, también. Todos sabemos que el incumplimiento de los compromisos alcanzados con la empresa adjudicataria supondrá un quebranto para las arcas públicas en materia de compensación económica.
Se justifica la “zancadilla” en clave de dar la voz a los y las gasteiztarras. Se infravaloran las consecuencias del retraso del proyecto para, a reglón seguido, acusar de paralización e inactividad del equipo de gobierno municipal. Incluso hay quienes van más allá y cuestionan lo técnico augurando el derribo del puente que soportará los nuevos raíles del tranvía con un futuro soterramiento, todavía en el aire, haciendo oídos sordos a los informes técnicos que aconsejan el mantenimiento del puente como fórmula de by-pass en caso de aumento de la densidad del tráfico en esa parte la ciudad. ¿A qué jugamos entonces?
La extensión de las líneas del tranvía es uno de los sumandos de la operación aritmética que supone el conjunto de proyectos de enjundia que contempla el gabinete Urtaran para el desarrollo de la ciudad. El que tiene como destino final los aularios universitarios tiene un coste económico que alcanza el 14,5 millones de euros que se encargará de abonar el Gobierno Vasco junto con Ayuntamiento y Diputación Foral de Alava, fruto del trabajo coordinado que desarrollan las tres instituciones.
La política de la “confrontación por la confrontación” que se está imprimiendo en el Ayuntamiento no puede convertirse en el muro contra el que estrellar los proyectos que harán avanzar nuestra ciudad. El matrimonio consumado de EHBildu y PP no debe ser una rémora para Vitoria-Gasteiz, denota que en interior de su alianza está grabada la fecha de las elecciones municipales del 2019.