EL DISTRITO UNICO ESCOLAR NO CONVENCE
18/01/2018 | Jose Antonio Suso
Esta semana el Partido Popular de Vitoria-Gasteiz hacía pública su reclamación para crear en la ciudad un único distrito escolar que choca frontalmente contra el criterio de zonificación establecido. Visten la propuesta con el elegante traje de la “libertad”; en este caso, la libertad de padres y madres para elegir centro escolar, ornamentado con accesorios referidos a la calidad educativa y al fomento de la conciliación laboral y familiar. Un traje vistoso que esconde una ropa interior de la marca “fomente la exclusión”.
El actual sistema de elección de centro educativo en la red pública y concertada de Vitoria-Gasteiz se establece en base a cuatro zonas bajo criterios múltiples en el que la proximidad del domicilio del alumnado al centro escolar es uno más. La equidad, la inclusión, la garantía de igualdad de oportunidades para el conjunto del alumnado son los principios básicos que orientan los criterios de ordenación y planificación de la red educativa, establecidos por la administración. Unos criterios de los que son partícipes los diferentes agentes educativos por considerar que son los más idóneos para propiciar una planificación democrática y adecuada a las necesidades del momento actual.
Remover estos criterios para establecer un sistema de “barra libre” tendría importantes consecuencias, que a nadie se le escapan, para un colectivo de especial protección como son nuestros hijos e hijas. Que sea la administración quien armonice la oferta y distribución de plazas en los centros escolares es precisamente lo que garantiza la calidad educativa en base los principios descritos anteriormente respecto de los derechos fundamentales y defensa de la diversidad, en definitiva, en base al principio de igualdad de oportunidades para personas de diferente condición social, económica y cultural.
En aras a la libertad, la propuesta del PP vitoriano, una vez más y en su línea ideológica habitual, pretende modificar un modelo que funciona por otro que busca abrir la oferta a aquellos centros concertados ubicados en el centro de la ciudad, muy demandados actualmente en detrimento del centro escolar público de barrio que, desde mi humilde opinión, es referencia de cercanía, de inclusión bajo una identidad común, de tejer sentimientos de pertenencia. Pretende asentar o aumentar lo que la propia mesa de trabajo sobre educación y diversidad, impulsada por el Ayuntamiento de Vitoria, llama “segregación inducida” que potencia la exclusión, la segregación y la división social de Gasteiz para aupar a unos y estigmatizar a otros. En aras a la calidad, el PP busca fomentar unos centros educativos concertados concretos. Mi opinión es que la propuesta del PP enfrenta a los centros educativos. Entorpece que la red pública y la concertada circulen por la misma autopista con destino hacia una educación inclusiva, equitativa y de excelencia. Es necesario entender el sistema educativo vasco en su conjunto y apostar firmemente por la colaboración entre las diversas redes.
No quiero para quienes son nuestro futuro el sistema propuesto por el PP, que inexorablemente lleva a fomentar la exclusión. Quiero un modelo educativo basado en la adquisición de las competencias básicas necesarias para la vida. Quiero un modelo en el que se aprenda a aprender y a pensar, a emprender, a convivir, a interrelacionarse, a comunicarse, en definitiva, a ser.