En unos minutos las mujeres y los hombres del Partido Nacionalista Vasco nos reuniremos junto a la escultura vegetal de la Virgen Blanca para reivindicar la igualdad real y efectiva de género. Nos reuniremos para reivindicar que todas las personas somos iguales independientemente del capricho que en su día tuvieron los cromosomas de cada uno o de cada una a la hora de emparejarse.  

Cada 8 de marzo conmemoramos la lucha de las mujeres a lo largo de la historia para participar en la sociedad, en cualquiera de sus ámbitos, en igualdad de condiciones. Y a esa conmemoración, yo también me apunto. Desde y con mi perspectiva masculina, me sumo.

Me sumo a la defensa de un derecho fundamental, que además de constituir un valor esencial para la democracia, es, además, un factor clave y necesario para el desarrollo humano, social y económico de Euskadi.

Me sumo al rechazo de cualquier muestra de desigualdad ligada al género, en cualquiera de sus numerosas y múltiples expresiones. Algunas groseras, otras sibilinas. Todas, deplorables. Suponen uno de los principales desafíos que debemos afrontar, prevenir y erradicar como sociedad. Un desafío en el que mujeres y hombres debemos ir de la mano. Juntos en la defensa de los derechos y la dignidad de todas las personas, en la promoción de la justicia social y de la solidaridad. Todos juntos en la construcción de una sociedad inclusiva en la que todas y todos podamos desarrollar una vida plena, digna y en igualdad de condiciones.

En Euskadi hemos sido pioneros en el impulso de las políticas de igualdad como pilar para construir un proyecto sólido de convivencia. De muchos de los avances logrados tuvo plena responsabilidad María Jesus Agirre Uribe. A pesar de su fallecimiento hace más de un año, tengo muy presente a día de hoy su férreo compromiso y la pasión que derrochaba en la consecución de una sociedad en la que el parámetro de la igualdad fuera real y efectivo.

Esta tarde en Landaburu Etxea, de manera previa a la celebración de la manifestación convocada con motivo del Día de la Mujer, los hombres y las mujeres del Partido Nacionalista en Araba recordaremos y homenajearemos a la “gran maestra” que fue María Jesús. Una mujer que rompió esquemas en la política alavesa. Una mujer que se colocó a la vanguardia social en muchos aspectos. Una mujer innovadora que supo abrirse camino en un mundo dominado por hombres, desde la gris década de los 70 y durante más de 38 años de actividad política, colocando la primera piedra de lo que hoy viene a denominarse el empoderamiento de las mujeres.