FAMILIA-INFANCIA-PENSIONES: SOLUCIONES COMPARTIDAS
22/03/2018 | Jose Antonio Suso
Chang Li se llevó a casa un cachorro abandonado. Le alimentó y cuidó durante tres años. Eso sí, empezó a preocuparle que el cachorro se apoyara sobre sus dos patas traseras para caminar erguido como un plantígrado y que con ocho meses tuviera una altura de metro setenta y un peso de 80 kilos. Al tozudo Chang Li le costó tres años darse cuenta de que el animal que comía como un oso, se movía como un oso y actuaba como un oso, no era un perro sino un oso.
Este miércoles la consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, nos mostraba desde el Parlamento Vasco una fotografía de la familia vasca muy diferente a aquella que guardamos en la memoria en tonos blanco y negro donde se apiñan sus miembros triplicando en número al de la actual familia numerosa.
Es lo que conocemos como la inversión de la pirámide demográfica que, sin necesidad de ser experto, se veía venir tras el baby boom de la década de los 60. Atendiendo a los datos de una reducción drástica de la natalidad vasca, el Gobierno Vasco ha venido trabajado en la implantación de una línea de medidas de apoyo a la conciliación y ayudas a las familias con hijos e hijas que han supuesto para las diferentes instituciones vascas un incremento del gasto público del 0,22% al 0,71% del PIB. Con 63,5 millones de euros, Euskadi es la Comunidad Autónoma del Estado que realiza mayor inversión en esta materia. La única que concede ayudas por nacimiento y adopción con criterios de universalidad y de derecho subjetivo.
Se han articulado medidas y políticas para que las familias vascas tengan el número deseado de hijas e hijos y que éstos tengan un futuro acorde a sus expectativas y en igualdad de condiciones. Nuestras familias, nuestra infancia, constituyen la base del desarrollo sostenible de Euskadi.
Hay que seguir trabajando en esta materia y ya ayer se aprobaron nuevas propuestas, a poner en marcha desde las instituciones vascas, que nos permitan incrementar las tasas de natalidad y la sostenibilidad a futuro de un modelo social, en la vanguardia europea.
El tema no es baladí, tiene importantes repercusiones. En los últimos meses hemos visto y compartido las reivindicaciones de miles de pensionistas. En sus manos la carta enviada por el gobierno de Rajoy en la que anunciaba una subida de sus pensiones del 0,25% con el que aseguraban tener garantizado el mantenimiento de su poder adquisitivo. Una carta cuyo coste de elaboración y envío era muy superior a la traducción en euros del propio incremento anunciado. Una subida que, para muchas de esas personas, se plantea en monedas porque no alcanza el importe del billete de menor valor.
La subida del 0,25% se establece en la ley 23/2013, reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de revalorización de Pensiones de la Seguridad Social. Fue aprobada por el PP en Madrid, en aquel momento en el que cogieron gusto a aplicar el rodillo que les permitía su mayoría absoluta, y con el voto en contra de EAJ-PNV. Es esa ley la que marca el índice de incremento de las pensiones, no los Presupuestos Generales del Estado como algunos partidos políticos quieren hacer creer.
El posicionamiento de EAJ-PNV es diáfano. Instamos al gobierno del Estado a garantizar un sistema público de pensiones suficiente y sostenible con cuantías dignas, actualizadas en base al IPC. Como garantía de sostenibilidad requerimos que se prohíba la libre disposición del fondo de reserva de las pensiones y que determinados gastos del sistema se financien desde los Presupuestos del Estado. Reclamamos la derogación de la reforma laboral del 2012 por sus nefastas consecuencias en la calidad del empleo y el descenso de las cotizaciones. Y, para mejorar la situación de las personas pensionistas vascas, requerimos la transferencia de las competencias en materia de Seguridad Social, incluidas en el Estatuto de Gernika.
Es hora de abandonar la práctica del parcheo y adoptar medidas con urgencia. Es necesario retocar un sistema que debe ser viable para generaciones futuras porque así lo exigen la inversión de la pirámide demográfica, el impacto de la crisis económica y la inaceptable reducción de los salarios de algunos contratos laborales que se están firmando.
Si come como un oso, se mueve como un oso y actúa como un oso, no es perro es oso.