Vino, almorzó, se fotografió y se marchó.

Nos dejó buenas palabras pero ninguna buena nueva.

Dentro de esa dinámica puesta en marcha por el Partido Popular de traer a “pasear” por Álava a sus altos cargos de Madrid, esta semana le ha tocado el turno al presidente y consejero delegado de AENA, la sociedad que gestiona las infraestructuras áreas del Estado, incluido el aeropuerto de Foronda.

Jaime García-Legaz nos dejó encima de la mesa una pescadilla que se muerde la cola pero ningún anuncio que permita entrever la intención del PP de adoptar decisiones concretas en torno a la recuperación del imprescindible H24 y a la ejecución de nuevas inversiones, tan necesarias por otra parte, que deriven en una definitiva revitalización del aeropuerto alavés.

García-Legaz no se presentó en Vitoria-Gasteiz como obstáculo PERO… supeditó la eliminación de las actuales restricciones horarias de Foronda a un incremento del número de vuelos y al resultado de las negociaciones que asegura estar llevando a cabo con el colectivo de trabajadores  (y que sus representantes niegan) sobre las condiciones laborales que implicará la apertura de las instalaciones durante todo el día. Es una forma de verlo, la suya y la del PP. La otra es que sin la activación del H24 la posibilidad de captar un mayor número de vuelos de pasajeros y mercancías se reduce a una mínima expresión.

Ninguno de los organizadores de la visita del presidente de AENA recordó que fue precisamente el partido político que representan, el PP,  quien cerró las puertas del aeropuerto de Álava, con la eliminación del H24, condenándolo así a una lenta agonía.

Nadie recordó que la revitalización de la infraestructura aérea alavesa se debe única y exclusivamente a la iniciativa de las instituciones vascas con inversiones en unas instalaciones de competencia estatal , que resultan clave para nuestro territorio por ser una de las `patas´  que permitirá colocar a Álava en el prime time de la logística europea. Inversiones en actuaciones que llevan la firma del Gobierno Vasco y de la Diputación Foral de Álava, bajo mandatos de EAJ-PNV. Actuaciones de claro éxito que han servido para multiplicar el número de vuelos de pasajeros, con gran éxito de ocupación media superior al 85%. Actuaciones que no han sido asumidas por la propiedad, ni las prioritarias ni otras de menor rango como la que ha llevado a la Diputación Foral de Álava a asumir la gestión de bar del aeropuerto para que la espera de los y las pasajeras sea más llevadera en un entorno que debe dejar de ser un erial.

Decepcionó el presidente de AENA  y decepcionó la complacencia con que los representantes alaveses del PP aceptaron que todo sigue igual para el aeropuerto de Foronda. La sumisa aceptación de que cualquier cosa multiplicada por cero es igual a cero. El resto, `postureo´.