VITORIA-GASTEIZ, CAPITAL DEL JAZZ
19/07/2018 | Jose Antonio Suso
Todavía andábamos a cuestas con las agujetas metidas en el cuerpo tras la jornada del Triathlon, para algunos como yo por empatía, cuando otro acontecimiento de dimensión internacional ha invadido Vitoria-Gasteiz. Esta vez, a ritmo musical.
El pasado martes daba comienzo la 42 edición del Festival de Jazz gasteiztarra. Viví los preliminares de la jornada inaugural en la puerta de Landaburu Etxea de la mano de los integrantes de la Mark Braud Street Band. Las primeras notas musicales fueron suficientes para que un buen número de viandantes hicieran un alto en su camino e incluso se animaran a mover el esqueleto, alguna pareja a ritmo endiablado, dejándose llevar por los sones más evocadores de Nueva Orleans.
Dicen que el jazz nació precisamente en esa ciudad norteamericana. A Vitoria-Gasteiz el jazzaldi llegó hace 42 años de la mano de un grupo de apasionados y apasionadas por este género musical en el que la improvisación y libre interpretación hacen perder interés por la partitura.
Bajo la sombra del arbolado del parque de La Florida, en el banco que forma parte de la escultura que la ciudad dedicó a uno de los grandes del jazz, Wynton Marsalis, aparecen impresos los nombres de la mayor parte de las grandes figuras musicales del género a nivel mundial. Todas ellas han pisado el escenario del polideportivo de Mendizorroza edición tras edición. Y edición tras edición se ha ido cultivando en la ciudad una interesante cultura musical y fomentando un gusto por este estilo musical como se ha podido comprobar en taquilla. Del inicial polideportivo de Landázuri en 1977, los escenarios se han duplicado (Mendizorroza y Principal) y, tanto a las mañanas como a las tardes, saltan a las calles con la actuación de varias bandas de jazz.
El efecto boomerang del festival ha supuesto que Vitoria-Gasteiz sea conocida y reconocida a nivel internacional. Vitoria-Gasteiz, también, capital musical. En ello han tenido que ver todas aquellas personas que, de manera voluntaria, han participado en la organización de esta semana musical a lo largo de cuatro décadas. También las instituciones alavesas se han mostrado favorables a aliviar los costes de este evento internacional.
No obstante, el alma mater del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz ha sido y es Iñaki Añua. Casi una vida dedicada a trabajar los 365 del año en un acontecimiento que se desarrolla en 5 días. Coincidía con él y su familia recientemente en una sesión fotográfica organizada por un medio de comunicación. No le faltan ganas ni ideas pero la familia incidía en la necesidad de descanso para este hombre que cumplirá 76 años en la próxima celebración del Día de la Música. Tomó las riendas del Festival de Jazz en 1979 para convertirlo en referente internacional. Siempre ha reconocido mantener una única espina clavada, no haber podido vencer al pánico a volar de la reina del soul para ofrecer a los y las melómanos asiduos al festival la voz en vivo y en directo de Aretha Franklin. Una espina que no empaña una excepcional trayectoria al frente de la dirección del festival. Iñaki Añua es una de esas personas que hacen Álava y hacen Vitoria-Gasteiz.