COMIENZA EL MAMBO
06/09/2018 | Jose Antonio Suso
Septiembre. Mes cuajado de nuevos propósitos tras un período vacacional en el que cargamos batería al 100%. Mes plagado de intenciones. Buenas sí, repetitivas también. Punto de partida para retomar aquel curso de idiomas que se queda colgado un año tras otro. Momento para formalizar la matrícula del gimnasio, sin garantía de continuidad durante los meses venideros, como mecanismo para poner a raya los excesosgastronómicos del verano. Mes para poner en marcha todos los propósitos pensados en la tranquilidad y relajo vacacional.
En lo que a nosotros y a nosotras nos ocupa, septiembre marca además el inicio de curso político. Éste, el de 2018-2019, con un color especial. Un año en el que se cerrará el ciclo que marca la legislatura foral, municipal, europea y quién sabe si también laestatal.
Es pronto para hacer balances. Aún queda margen para ir cerrando las carpetas de los proyectos puestos en marcha durante los tres años anteriores y que, si no lo ha hecho ya, verán la luz en los próximos meses. A modo de avance, podríamos decir que ésta ha sido una legislatura+. Una legislatura en la que se ha ido sorteando la carencia de una mayoría política en las principales instituciones alavesas con un instrumento clave: la consecución de acuerdos con diferentes. La “varita mágica” que nuestros responsables institucionales han sabido manejar con destreza para colocar al territorio y la capital alavesa en el sendero de un desarrollo continuado y de un avance a buen ritmo en muchos de los ámbitos que afectan directamente al devenir diario de la población alavesa.
En los meses que restan hasta la evaluación que realicen los y las ciudadanas en las urnas, no debemos perder la oportunidad de seguir trabajando en clave de consenso y acuerdo. Los resultados en las diferentes citas electorales y, por tanto, la decisión de la ciudadanía nos obligan a ello. EAJ-PNV mantiene la mano tendida. Lo ha hecho siempre. Y espera que sea aceptada y a ella se sumen otros partidos para seguir construyendo, ladrillo a ladrillo, un territorio con futuro y de futuro en el que debe primar el interés ciudadano. Regla número uno que no debe verse contaminada por aires electoralistas que, en más de una ocasión, se han convertido en tornados.
No sería la primera vez que a pesar de citas electorales cercanas e incluso con clima político mucho más crispado, el acuerdo pesa sobre todo lo demás. En el recuerdo la legislatura en la que tuve responsabilidad institucional como diputado foral de Agricultura. Cuatro años en los que la Diputación contó con presupuestos aprobados por el legislativo alavés. Así el último presupuesto de aquella legislatura fue el que más apoyo tuvo en la Cámara alavesa.
2018 será un año de cierre pero también debe suponer la apertura de las puertas a nuevos proyectos clave para Araba y Vitoria-Gasteiz que requerirán del establecimiento de procesos de diálogo y de la concreción de acuerdos para facilitar el motor que los hace posibles, los presupuestos. El Partido Nacionalista Vasco pondrá todo de su parte. Como siempre.