A la estela de la cabalgata de los Reyes Magos se coloca un acontecimiento anual que, utilizando un símil adecuado a estas alturas de siglo, se convierte en fenómeno viral. Son las rebajas. Cierto que las nuevas tecnologías propician otros días de locura para lasventas on line que hacen mover el dinero con mayor intensidad y fluidez que Usain Bolt las pistas de atletismo. 

Las nuevas tendencias de compra vía telemática sumadas a las repercusiones de un cambio de normativa, que imprime la aparición del “saldo” con mayor asiduidad, está matando la gallina de los huevos de oro. Las colas frente a las puertas de los grandes establecimientos comerciales el día 7 de enero son historia. De la misma manera que se han cobijado en un rincón de la memoria aquellas imágenes de futuros compradores y compradoras abalanzándose hacia la escalera mecánica de la superficie comercial, tropezones incluidos, para ser los primeros en hacerse con esa prenda rebajada, ojeada de víspera. 

Con mayor o menor intensidad siguen siendo un fenómeno arraigado en nuestra sociedad. A tal punto que, con la misma puntualidad que sus carteles anunciadores han comenzado a lucir en los escaparates comerciales, las rebajas han llegado a la política.

19 son las propuestas que la ultraderecha española puso hace dos días sobre la mesa como condición para descabalgar al PSOE del gobierno andaluz y aupar a la suma PP+Ciudadanos al sevillano palacio de San Telmo. Todo un arsenal de rebajas en políticas sociales preferentemente que han sido calificadas, incluso por la otra parte negociadora, como “inaceptables”. 

19 propuestas que nacen de las tripas de esa formación para dejar al desnudo lo que tenemos en frente y ya sabíamos. Empaquetan exigencias en torno a diferentes aspectos del ámbito político, económico y social para terminar adornando el envoltorio con un lazo en el que se puede leer la palabra regresión. Regresión autonómica. Regresión educativa. Regresión sanitaria. Regresión jurídica. Regresión social. Un torpedo en la línea de flotación de muchas de las leyes aprobadas desde el final del franquismo con un consenso generalizado para la consecución de una sociedad  cohesionada en la que se sepan compartir recursos y valores, en la que se respeten y comprendan las diferencias. Una sociedad avanzada que mire al futuro y no se vea obligada a volver la cabeza hacia atrás.

Ayer Partido Popular y VOX anunciaron un acuerdo. Agazapado tras la puerta de la negociación, Ciudadanos dice no saber nada, que es cosa de los otros dos, pero el acuerdo permitirá su entrada al gobierno andaluz y la gestión de varios departamentos. Como decía esta misma mañana una puntera periodista radiofónica, VOX los tendrá “cogidos de los escaños”.

Seguramente entraran en Andalucía abriendo un periodo permanente de rebajas que en nada favorecerá a andaluces  y andaluzas. Contarán con un gobierno que, como diría Maroto, nació de "un pacto de perdedores” y está garantizado porla ultraderecha más rancia conocida a la que “le falta un hervor”, como ha dicho Alonso. Pronto veremos si el pacto se amplía como una mancha de aceite a otras Comunidades Autónomas y Ayuntamientos importantes. En definitiva, se avecinan nuevas rebajas. Esta vez con artículos caducados e inservibles.