VOTO KILOMETRO CERO
31/10/2019 | Jose Antonio Suso
Esta semana hemos conocido los datos de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), definido como un organismo autónomo dependiente del Ministerio de la Presidencia.
Si buscáis cualquier coincidencia con el resto de los estudios sociológicos realizados hasta el momento no la encontrareis. Cierto es que levanta iniciales prevenciones ante la crítica si se atiende al elevado número de encuestas realizadas. Sus conclusiones son tan favorables para los intereses de Pedro Sánchez que incluso alguno de sus correligionarios socialistas bautizaba con sorna el día de la publicación de la encuesta como el “día de San Tenazos”, en honor a quien dirige el CIS.
La encuesta avalaría la efectividad de la operación pergeñada en la trastienda de La Moncloa para forzar la repetición de las elecciones desoyendo lo que las urnas dictaminaron el pasado 28 de abril y sin ánimo de negociar una investidura viable. Augura una subida de escaños suficiente para que Sánchez enhebre un gobierno con apoyo de la izquierda o, si fuera el caso, con parte de la derecha. Un escenario idílico en el que, más a más, el respaldo del soberanismo catalán carecería de significado. Por casualidad (o no) el sondeo bajó su persiana la víspera de la publicación de la sentencia del procés y unos cuantos días antes de la exhumación del dictador, retransmitida en directo por la televisión pública española.
Esta misma noche arranca la campaña electoral del 10N. Una campaña jibarizada en tiempos pero con la misma carga de profundidad que la celebrada hace 6 meses o el pasado 26 de junio de 2016 o el 20 de diciembre de 2015. 4 convocatorias electorales en 4 años para volver a estar en el punto de partida. Irresponsable ejercicio de parálisis institucional.
Es entendible la desgana, el malestar y el cabreo de muchos y de muchas electoras por el triste espectáculo que nos muestra la política española, fuera del estilo al que estamos acostumbrados aquí, en Euskadi. Estamos acostumbrados a una política de cercanía en la que no se pierde el “run-run” de calle para saber ubicar los problemas de la sociedad y para diagnosticar sus intereses y aspiraciones. Una política hecha en Euskadi y para Euskadi. Una política Kilometro Cero como la definía Andoni Ortuzar en Izarra el pasado domingo.
Esa política de cercanía merece también un voto de cercanía. Un voto Kilometro Cero. La sociedad alavesa así lo apreció el pasado 28 de abril colocando al Partido Nacionalista Vasco como primera fuerza política del territorio.
En Madrid somos conocidos como el Grupo Vasco. EAJ-PNV es el Grupo Vasco. Así lo consideran porque, además de la defensa de los intereses vascos, somos los únicos capaces de condicionar la política estatal en beneficio de Euskadi. A partir de 10 de noviembre el Grupo Vasco debe seguir siendo relevante en Madrid. Se acercan tiempos de recentralización en los que “nuestras cosas” van a estar en apuros si las dejamos en manos de otros. Son cosas básicas: sanidad, educación, … Lo veíamos recientemente con la anulación del sistema de becas vasco tras considerarse que ”genera desigualdades” con el resto de estudiantes del Estado. Pues oiga… suban las cuantías de sus becas pero no perjudiquen a los estudiantes vascos disminuyendo las suyas.
Política de cercanía y voto de cercanía van de la mano en la defensa de lo nuestro, que no es otra cosa que nuestro bienestar.