QUM+L
05/12/2019 | Jose Antonio Suso
Ahora que la utilización del acrónimo está en boga me tomo la licencia de elevar uno de ellos a titular de este blog semanal para proclamar “Quiero Un Mundo más Limpio”.
Con el hashtag #TiempoDeActuar este lunes arrancaba accidentalmente en Madrid la conferencia sobre el cambio climático de Naciones Unidas, COP25. Hasta el 13 de diciembre contará con la participación de medio centenar de líderes mundiales, con la colaboración de delegaciones de 196 países y con la asistencia de 25.000 expertos y activistas del medio ambiente.
Invitado por la fundación del exvicepresidente estadounidense y premio Nobel de la Paz 2007, All Gore, el alcalde de Vitoria-Gasteiz participará hasta en tres ocasiones en la conferencia mundial organizada por este órgano de decisión supremo. En su jornada inaugural Gorka Urtaran explicó la trayectoria de nuestra capital en el ámbito medioambiental así como las claves del Plan Verde “Gasteiz Green Deal”.
Bajo este anglicismo se descubren las claves de un proyecto diseñado para afianzar durante los próximos tres años la economía verde, la cohesión social y la protección del entorno natural. En palabras del alcalde de Gasteiz, para hacer de nuestra ciudad un “laboratorio ideal” en el que se hagan visibles experiencias dirigidas al impulso de una economía verde. Nuestra Green City mundial tiene mimbres para ello. El trabajo desarrollado en materia de movilidad (bus eléctrico, ampliación de las líneas de tranvía, incremento de los viales destinados a bidegorris, …), la potenciación de infraestructuras verdes urbanas, el carácter industrial de Vitoria-Gasteiz, su potencial logístico y la mejora de los servicios públicos. Todo ello en clave de S-O-S-T-E-N-I-B-I-L-I-D-A-D.
Con el ayuntamiento gasteiztarra como referente de calidad de vida y sostenibilidad, todas las instituciones vascas están implicadas al 100% en aportar su grano de arena en el cuidado del medio ambiente. Así el Gobierno Vasco acaba de presentar su proyecto legislativo de Movilidad Sostenible. Nace ante la necesidad dar respuesta de sustitución a un modelo en el que prima la utilización masiva del vehículo privado impulsado por la combustión de derivados del petróleo. A punto de iniciar la segunda década del siglo XXI, es un modelo inconveniente por sus costes sociales, ambientales y ecológicos negativos que debe ser sustituido por nuevos modelos de movilidad sostenible.
Este año 2019 pasará a la historia por las mayores concentraciones de gases invernadero y por una meteorología extrema. El Mediterráneo se ahoga mientras el centro de Europa bate records de temperatura al alza. 329.000 millones de toneladas de hielo fundido han provocado la subida del nivel del agua del mar a niveles nunca vistos. El 91% de la población de los habitantes del mundo respira un aire contaminado en niveles superiores a lo recomendado. 7 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse como consecuencia de sequias, tormentas o inundaciones. Las enfermedades tropicales traspasan fronteras llegando a zonas antes vedadas.
Los expertos nos dicen que tenemos al planeta entubado en la UVI. Nuestrso gobiernos trabajan desde hace tiempo en implementar las soluciones que se acordaron en las Cumbres de Rio y París. Nos toca a los ciudadanos y las ciudadanas estar en disposición de levantar el dedo para aportar hacia esa transición. Sin dilación y con convencimiento para que nuestras futuras generaciones consigan minimizar, o mejor, evitar los peligros que el mundo científico nos traslada a medio plazo, y que también vivimos ya en el corto plazo.