Con el inicio de año el Euzkadi Buru Batzar ha dado a conocer el calendario político trazado para afrontar los desafíos previstos como partido en el año 2020.

Mirando hacia dentro bautizamos esta nueva década con una fecha redonda: el 125 aniversario de la fundación de EAJ-PNV y su conmemoración coincidente con la celebración de la VIII Asamblea General en el mes de julio. Una cita en la que convergerá para el corpus jeltzale la renovación de sus cargos internos a nivel nacional y territorial con la culminación de un periodo abierto a la reflexión sobre aquellos retos que hoy empiezan a asomar y que mañana marcarán el futuro de las generaciones venideras en nuestro País. Un proceso de reflexión que revertirá a la sociedad de la que nace.

Mirando hacia fuera 2020 trae en su mochila un nuevo desafío electoral. Esta vez previsto. Con él se cierra un periodo de trabajo de cuatro años para el legislativo y para el ejecutivo vasco.  

El Lehendakari Urkullu ha aceptado esta semana la propuesta del EBB para seguir trabajando por el futuro de Euskadi un nuevo mandato. Es la tercera vez consecutiva que EAJ-PNV ofrece a la sociedad vasca la candidatura de Iñigo Urkullu. Y a mí, como presidente del Araba Buru Batzar y como alderdikide alavés, me enorgullece que vuelva a encabezar la candidatura de EAJ-PNV en Araba. La gestión realizada en el Gobierno Vasco durante estas casi dos legislaturas consecutivas así como la capacidad demostrada y el liderazgo imprimido son su carta de presentación. Su carácter dialogante, su honestidad y su sinceridad se traducen en los rasgos de identidad que le definen. La estabilidad que ha conseguido mantener en tiempos convulsos supone un legado, que para otros se ha convertido en objeto de deseo. En beneficio de esa estabilidad y, en consecuencia, en beneficio de toda la sociedad vasca el Lehendakari Urkullu ha sabido rentabilizar su suscripción a esa manera de hacer política en la que el diálogo, el acuerdo y la colaboración entre diferentes se convierten en referentes de actuación.

El 15 de diciembre de 2012 el Lehendakari Urkullu emprendió un recorrido no exento, a buen seguro, de los sinsabores de eso que se denomina “la soledad del gobierno”. Eran momentos en los que una implacable recesión económica azotaba con ganas, momentos en los que la herencia dejada por el anterior ejecutivocarecía de mimbres, momentos en los que ETA mantenía presencia activa,… Momentos que el Lehendakari Urkullu, junto a sus equipos de gobierno, ha sabido superar paso a paso consiguiendo sostener los pilares básicos de un estado de bienestar: educación, sanidad y prestaciones sociales esenciales en un nivel cualitativo y cuantitativo óptimo.

Pactando con unos y con otros, con los de la derecha y con los de la izquierda, en un ejercicio de diálogo con amplitud de miras  y un objetivo único: MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE VASCOS Y VASCAS. 

En estos ocho años se ha avanzado y se ha avanzado mucho sentando las bases de la Euskadi del futuro. Iñigo Urkullu ha demostrado a la sociedad vasca que es un gran lehendakari. El Lehendakari. Compromisos. Hechos. Cumplimiento de la palabra dada.