MADRID, MADRID, MADRID……DECIDE AQUÍ TAMBIEN
27/02/2020 | Jose Antonio Suso
Nada lo hacía presagiar hace 7 días cuando escribía mi dosis semanal de ostegunero sobre un PP en modo carnaval. Nada hacía presentir que el PP fuera a despedir esta edición anual carnavalera con semejante traca final.
Desde el máximo respeto a las decisiones que adopte cualquier partido político, sólo cabe parafrasear al “erudito de Ubrique”: “en dos palabras, im-presionante”. Parece que a Pablo Casado no le han dolido prendas en cerrar un acuerdo Partido Popular-Ciudadanos caiga quien caiga. Sus dos derrotas electorales consecutivas frente a Pedro Sánchez en elecciones generales se han convertido en ariete para hacer un siete irreparable al traje de un PP vasco que, al menos, ha quedado tocado……
Aprovechando esos días de rebajas en los que el 2x1 hace furor, Pablo Casado ha fulminado al ya proclamado candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, descabezando a un PP vasco atónito. ¿Quién dijo: “de aquellos polvos, estos lodos”? Alfonso Alonso, un político de nivel acreditado a lo largo de 30 años, paga ahora el desencuentro interno con quien resultó ganador del proceso electoral que aupó a Pablo Casado a la presidencia del partido. Abandona la política sin hacer sangre, dejando claras dos ideas. La primera, y evidente, que no contaba con la confianza de su partido. La segunda que Casado, desde su sede madrileña, no respeta la singularidad de un PP vasco.
Y a partir de ese momento, regreso al pasado. Vuelven los “chicos” de Aznar sin someterse a un mínimo proceso de reciclaje y adaptación al momento actual. Reponen desde Madrid un nuevo candidato a lehendakari, Carlos Iturgaiz. De su paso por el Parlamento Vasco se conoce y reconoce su habilidad exclusiva para pulsar a la par dos botones de voto, en su nombre y en el del compañero ausente. Hace un par de días su confesa amiga, Isabel San Sebastián, refería a Jiménez Losantos las capacidades del candidato sustituto. “Toca el acordeón, habla muy bien vascuence, es un tipo encantador y canta trikitixa”. Mano a mano los dos referentes del mundo de la ¿información? hicieron saber a propios y extraños que eso de la trikitixa es como una jota navarra muy subida de tono en versión bizkaina, perdón vizcaína. Haciendo méritos propios el neonato candidato emitió su primer sonido uniendo tres letras: V-O-X.
El PP no es el único partido que trabaja con este guión del ordeno y mando a distancia. Podemos cerrará hoy su candidatura a las elecciones vascas de 5 de abril en una marmita en la que también se cuecen habas a calderadas. Pero, sobre todo, a la espera del plácet de Pablo Iglesias en el que pesará, y mucho, el apoyo que prestó EQUO a la candidatura de Errejón. Aunque no ocurrió en Euskadi, han metido a todos sus miembros en el mismo saco.
Ayer miércoles comenzaba el plazo para que los partidos políticos podamos acreditar nuestras candidaturas ante la Junta Electoral. Así lo hemos empezado a hacer. Unos, tras un proceso interno en el que la última palabra la tienen los afiliados y las afiliadas. Otros, imprimiendo en el seno de su partido la misma bronca interna, los mismos modos que emplean en su forma de hacer política. Eligiendo o rechazando candidaturas desde un despacho situado casi 400 kilómetros de aquí, sin tener en cuenta a las personas que aquí dan la cara por las siglas políticas que representan, sin mostrar el menor aprecio por todas aquellas personas que aquí irán a depositar su voto en las urnas.