EL VIRUS NO ENTIENDE DE ENCLAVES
04/02/2021 | Jose Antonio Suso
Incluso el virus ha venido a demostrar lo absurdo de la dependencia administrativa que el enclave de Treviño mantiene con una Comunidad Autónoma de la que no se siente parte. Un problema político no resuelto con un único colectivo perjudicado: quienes viven en el enclave.
El pasado sábado la Junta de Castilla-León lanzó una serie de medidas excepcionales (así las determina en su propia declaración) que afectan al Ayuntamiento de Treviño. Obvia el status quo legal que establece el estado de alarma decretado por el gobierno español para los enclaves, a iniciativa de EAJ-PNV. Ahondan en ese problema con un único colectivo perjudicado: quienes viven en el enclave.
Iré por partes. No es la primera vez que el gobierno castellano-leonés se muestra respondón y trasgrede con sus decisiones lo dispuesto por el decreto del Estado de Alarma adelantando dos horas el toque de queda de la Comunidad. Esta decisión ha sido recurrida ante la Justicia por el Estado. Otras 14 Comunidades Autónomas compartían el mismo criterio pero respetaron la negativa del gobierno español a realizar modificaciones del decreto.
No contenta, y para solucionar el asunto, la Junta de Castilla-León envía una carta en la que, con un claro tono amenazante, comunica al alcalde del municipio que el Ayuntamiento no es competente para interpretar normativas de carácter autonómico o estatal a diferencia de la propia Junta que tiene capacidad para interpretar un decreto-ley como lo considera o le conviene. Una comunicación con mucha “mala baba”.
Cierto es que Castilla-León es responsable de la dimensión sanitaria de la covid en Castilla-León. Cierto es también que a Castilla-León le corresponde establecer en Castilla-León las limitaciones vinculadas a la movilidad, a los horarios de confinamiento, al número de personas permitidas en una reunión, a marcar horarios para comercio y hostelería,… Y que debe hacerlo dentro del marco común que dicta el decreto del Estado de Alarma. Un marco general en el que se deben mover las y los presidentes autonómicos para alejarse del color rojo de ese semáforo que mide los índices de contagios.
Todo tan cierto como cierta es la excepción que el decreto marco establece para los enclaves. En estas jurisdicciones las medidas incluidas en el Estado de Alarma serán las correspondientes a los territorios que los circundan aunque las Comunidades Autónomas sean diferentes. Treviño no es una isla. La mejor protección que se puede dar a sus habitantes está en las mismas medidas que pretenden servirnos de escudo contra el covid en Araba. Allí donde desarrollan parte de su vida quienes moran en Treviño y en Lapuebla de Arganzón. Los y las treviñeses comparten sistema sanitario con el resto de la población alavesa tanto si contraen covid como si manifiestan cualquier otra patología médica sujeta a ingreso hospitalario. Guste o no guste Treviño está enhebrado a Vitoria-Gasteiz en lo sanitario pero también en lo económico y en lo social. Tres ámbitos indisolubles. Afectado uno, afectado el resto. Ahora toca allanar el camino, aunar esfuerzos. Y, sobre todo, lo importante es dar seguridad jurídica a la ciudadanía del enclave desde la colaboración interinstitucional de todas las entidades implicadas y el apoyo a la más cercana a la población, que nadie duda que es la del propio Ayuntamiento.