Nos hemos levantado sin resaca festiva. Ayer celebramos San Prudencio de una forma inusual como ocurrió el pasado año. Si bien este año pudimos salir de casa, dar paseos, incluso comer en restaurantes los preceptivos perretxikos y caracoles. La retreta fue diferente y las campas Armentia aparecieron cerradas a cal y canto. Cambios que no merman la esperanza de poder celebrar el próximo año las fiestas patronales de Álava de manera normalizada, tal y como las conocimos con anterioridad al 2020.

Por contra, pocos cambios se avecinan en el Consejo Regulador de Rioja y en los representantes políticos, allá donde se encuentren, en este caso del Partido Popular y el Partido Socialista. 

La pasada semana pudimos leer declaraciones en las que diferentes portavoces adelantaban que se opondrán tajantemente a la  propuesta de Denominación de Origen de EAJ-PNV. Leyendo la letra pequeña, fuera de titular, se denunciaba la propuesta de la DO “Viñedos de Álava” que en el año 2015 se presentó por parte de ABRA al Gobierno Vasco.

Como a veces en política vale todo, intentan confundir las propuestas realizadas por las instituciones alavesas con otras nacidas de iniciativas privadas.

Las declaraciones venían Bruselas y, casualmente, se realizaban por eurodiputadas riojanas. Si hubieran oído a la responsable técnico de ABRA en una emisora de radio alavesa se hubieran enterado del nivel de participación de EAJ-PNV en el proyecto de “Viñedos de Álava".

Pero todo viene bien para alimentar dentro de la vecina Comunidad Autónoma de La Rioja la defensa a ultranza de la UNICIDAD de la Denominación de Origen Rioja que tan suya consideran.

Para rematar la semana pasada visitó Euskadi el ministro Planas que siguió el discurso de su compañera, la presidenta de la Comunidad de La Rioja. Eso sí, utilizando más un trabalenguas que argumentos y dejando claro que su Ministerio enviará la propuesta de nueva Denominación a Bruselas. La misma situación que ha ocurrido en el Gobierno Vasco, salvo que para este último las críticas han sido amplias y libres.

Preocupante la crítica que hizo el ministro de la propuesta de nuestra Diputación sobre una DO Rioja Alavesa dentro de la DO Rioja, aduciendo que “no soluciona los problemas en Rioja. No lo veo positivo desde el punto de vista de crear valor. En lo que deberíamos incidir es en proyectar en el exterior una imagen cada vez más potente”. Sé que el ministro es un gran conocedor del mundo agrícola y también del vitivinícola pero no entiendo cómo puede criticar una propuesta que 300 km hacia el norte es el modelo de gobernanza de denominaciones de origen líderes en el mundo, donde sus viticultores pagan la uva hasta 5€ el kilo frente a los 0,5 € que muchas bodegas han pagado este año en la Denominación Rioja. Cuando su vino salga al mercado se venderá a los mismos precios que los actuales con etiqueta de crianza, de reserva o de gran reserva. Buen negocio.

Sin duda el modelo centralista está cogiendo cada vez más fuerza tras 40 años de descentralización en el que las Comunidades Autónomas cuentan. Parece que no están por la labor de impulsarla en algunos sectores, como el del vino, ni desde Madrid ni desde Logroño.