NO HAY PLAN B
10/06/2021 | Jose Antonio Suso
“Hay acuerdo y el compromiso es claro y cierto”. Las crónicas de la prensa alavesa destacaban estas palabras pronunciadas por el ministro Ábalos en la presentación del acuerdo interinstitucional de los gobiernos español y vasco, la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz para hacer realidad la llegada soterrada de la Alta Velocidad a la capital gasteiztarra en 2023 aunque ello supusiera “un gran esfuerzo”.
Aquellas declaraciones se realizaron un 17 de enero de 2019. Puedes sacar la cuenta para conocer el tiempo exacto en el Madrid vuelve a recular en este tema de calado ya que puede suponer un antes y un después en la fisonomía de una ciudad seccionada en dos por las vías de ferrocarril.
Las continuas demoras para implantar la Alta Velocidad y para esconder bajo tierra las céntricas líneas ferroviarias gasteiztarras son un hecho. La actuación al respecto de los sucesivos gobiernos del Estado no ha tenido apenas cambios . Desde Madrid, ni PP ni PSOE, cada uno en su momento de responsabilidad institucional, han puesto toda la carne en el asador para cumplir los compromisos adquiridos con Araba y con Euskadi.
Ha faltado voluntad política clara. El ahora ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (en 2019, de Fomento) deja coja la solución técnica pactada. La que iba a ir a misa. Se pretende renunciar al soterramiento en paralelo con las obras del TAV y priorizar la llegada de la Alta Velocidad concediendo a la decisión un criterio de provisionalidad: el llamado “tercer hilo”.
De lo transitorio ya sabemos en Vitoria-Gasteiz. Tuvimos una estación de autobuses provisional durante más de dos décadas. No nos podemos permitir que una solución provisional se convierta en definitiva. A Vitoria-Gasteiz no le interesa y tampoco se lo merece. No hay plan B. En este caso no es de sentido común tenerlo, como decía el consejero Arriola la pasada semana. El plan A y el plan B deben ser el mismo: armonizar las obras de la infraestructura general con las del soterramiento.
Seamos ambiciosos. No por placer sino por buen hacer. Es hora de implicarse al cien por cien en compatibilizar en el tiempo las obras del nudo de Arkaute, imprescindible para la llegada de la Alta Velocidad, con el soterramiento del actual trazado ferroviario a lo largo de los 3,6 kilómetros pactados. Un espacio que se recuperaría para la ciudad en superficie.
No es un proyecto más. Es el proyecto estratégico del siglo XXI para Vitoria-Gasteiz y para Araba. Y como aseguran el alcalde, Gorka Urtaran, y el diputado general, Ramiro González, para el que estamos preparados y capacitados. Es una obra que marcará el modelo de ciudad en los próximos 100 años. Obra única de duración centenaria.
Aquel 17 de enero de 2019 el ministro aseguraba que el proyecto de soterramiento acordado serviría para “reivindicar el papel histórico de cruce de caminos“ de Vitoria-Gasteiz con una inversión “mucho mayor” de la prevista pero “justificada” porque es coherente en una ciudad “modelo de sostenibilidad y equilibrio”.
Pues eso. Compromiso político y manos a la obra.