En el calendario de 2018 hay tres círculos rojos para señalar la coincidencia del “martes y 13” en los meses de febrero, marzo y noviembre. Esta semana figura uno de esos círculos rojos en la agenda de las personas supersticiosas que recomiendan ni casarse ni embarcarse en martes y 13. Nada advierten sobre la presentación ese mismo día del proyecto de presupuestos forales 2019.

Ser empresario, así en genérico, nunca ha dejado de estar exento del acopio de un buen número de capacidades (trabajo, disciplina, determinación, liderazgo, imaginación,…) aderezadas con un alto grado olfativo para detectar aquellas zonas de oportunidad de negocio y con los suficientes arrestos para asumir determinados riesgos, que en este País y desde hace unos pocos años, afortunadamente se restringen a lo meramente profesional.

Ya hace muchos años que los territorios hermanos unían el apelativo “patatero” al gentilicio “alavés”. Desde mi punto de vista una denominación cariñosa que tiene su origen en el que fuera cultivo estrella de Araba.

Se reprobaba esta semana la actitud del “mandamás” del PP, Pablo Casado, por las manifestaciones que realizaba en Europa sobre la situación del Estado español. Se le calificaba de irresponsable por dar una imagen negativa, sobredimensionada y tendenciosa, del País que dice defender a capa y espada en ocasiones desde posicionamientos ajenos al espacio de centro-derecha, allí donde hasta hace bien poco “encontraban calor” como partido político.

No deja de tener su güasa que el movimiento “okupa” de Vitoria-Gasteiz jugara con el lema “zuei gustatu ala ez, nos okupamos de Gasteiz” para anunciar su jornada festiva?, reivindicativa?... del pasado sábado.